Uso de la red por edades

Como ya se ha dicho en entradas anteriores, nuestros hijos están creciendo en una sociedad marcada por el uso intensivo de las nuevas tecnologías e Internet, y en su realidad el espacio físico y el virtual se entremezclan en un continuo.
El contacto de los menores con las tecnologías  cada vez se produce más temprano, así les ofrece nuevas vías para su desarrollo personal pero, como ya hemos visto estas semanas atrás, también les expone a nuevos riesgos.
Los jóvenes ante tanto estímulo rápidamente abrazan las tecnologías no siendo conscientes de que, éstas, deben ser un aspecto más en su vida y que requieren de un control. Por ello, la supervisión, el acompañamiento y la orientación de sus progenitores es esencial para promover, entre los menores, el uso seguro y responsable de Internet.
 Muchos padres a veces nos plantean, durante las charlas que impartimos en los centros educativos,… ¿a qué edad entonces le debo dejar el Móvil? ¿Entonces cuánto tiempo puede estar delante de una pantalla? ¿Mi hijo es adicto a Internet?
Lamentablemente no hay una respuesta genérica, pero sí podemos acudir a los expertos que nos facilitan lo que se considera un uso responsable y adecuado de la red según las edades, tal como vemos en la tabla que a continuación se presenta:


Fuente. “Guía para uso seguro y responsable de Internet por los menores. Itinerario de Mediación Parental”. De INCIBE

Recuerda: 

  • No demonices las tecnologías, tu hijo las necesita para su desarrollo personal y profesional. Es más efectivo consensuar criterios y tiempo de conexión, y sensibilizar de los riesgos y de las posibles consecuencias de los comportamientos inadecuados.
  • Elige contenidos apropiados para su edad y ayúdale a descubrir sitios que promuevan el aprendizaje y la creatividad.
  • Algunos contenidos de Internet pueden ser perjudiciales para su educación y desarrollo; no dudes en usar herramientas de control parental para monitorizar y controlar los contenidos a los que accede tu hijo/a.

Niños de 0 a 3 años:

NADA DE PANTALLAS (smartphones, tablets, ordenadores o televisión) ni siquiera mirando dibujos animados. No lo necesitan ni tampoco entienden las imágenes que pasan por la pantalla. 
El bebé durante esta fase debe de ser participativo con el mundo que le rodea. Las pantallas son dañinas y pueden frenar su desarrollo. Además que se corre el riesgo de encerrarlo en un estado pasivo de espectador en un momento en que debe aprender a convertirse en un actor del mundo que lo rodea. 
¿Qué se queda tranquilito delante de la televisión cuando se le pone los dibus?
La mirada del bebé es absorbida por el flujo de imágenes y sonidos de la pantalla que no comprende, lo que puede dar la ilusión de un efecto calmante. Sin embargo, esta calma a menudo será seguida por una agitación mal entendida que hará que los padres aumenten su exposición a la televisión, lo que puede aumentar su efecto dañino en el niño. 
A esas edades y en la etapa posterior, lo que necesitan los niños es la interacción con las personas más cercanas, el cariño de los suyos y explorar los límites de sus cuerpos. Es nuestra obligación animarles en esa dirección y no la de tenerlos tranquilitos en un rincón sin molestar. 

Niños de 3 a 5 años: 

Durante esta etapa se dan sus primeros contactos con las tecnologías, por tanto se recomienda una total supervisión de su actividad para asegurar que ésta se desarrolla de manera segura. Es recomendable facilitarle ciertas pautas de uso:
  • Prepara un entorno TIC controlado sin conexión a Internet que dispongan de un catalogo cerrado de contenidos aptos para su edad. La conexión a Internet únicamente debe realizarse bajo la supervisión directa de un adulto.
  • Elige contenidos infantiles. Selecciona previamente los contenidos a los que tendrán acceso. Al comenzar a utilizarlos acompáñales para asegurarte de que se sienten cómodos.
  • Supervisa su actividad. Los dispositivos deben estar en un lugar visible de la casa. Presta atención a sus reacciones, pregúntales por lo que han visto y escúchales con atención. Es el momento de empezar a fomentar el DIÁLOGO FAMILIAR. 
  • Establece normas y límites, para el uso de los dispositivos, con el fin de que las tecnologías no interfieran con el resto de actividades: SON UNA ACTIVIDAD MÁS.
  • Trasládale que tu ayuda estará SIEMPRE disponible.

Niños de 6 a 9 años:

En esta franja de edad sigue siendo necesaria una estrecha supervisión para asegurar que están haciendo un uso seguro y responsable, pero aquí iremos ampliando los usos de los dispositivos.
  • Prepara entornos TIC controlados con conexión a Internet. Introduce el control parental disponible en los dispositivos que vaya a utilizar el menor.
  • Facilítale contenidos de calidad. El control parental limitará el acceso a contenidos inapropiados. Anímale a aprovechar la conexión para realizar actividades educativas y creativas.
  • Supervisa su actividad y sigue promoviendo el dialogo, además de acompañarlo en su navegación siempre que puedas.
  • Normas: mantén claros los límites de tiempo para evitar abusos, así como los dispositivos, programas y servicios que todavía no pueden utilizar por edad.
A veces, es una buena idea introducir un pacto familiar plasmando este acuerdo por escrito.

Adolescentes de 10 a 13 años:

  • Facilítale entornos TIC controlados pero cada vez más abiertos. A esta edad comenzarán a ser celosos de su intimidad por lo que se deben ir eliminando restricciones según la madurez del niño/a.
  • Elige videojuegos adecuados a su edad. Las normas PEGI te ayudaran a discriminar lo adecuado según la edad a la que van dirigidos. Las consolas también disponen de controles parentales que permiten bloquear los juegos, que no cumplan con los criterios que hayamos establecido. Es importante que también  les acompañemos, habitualmente,  en este tipo de actividades.
  • Insiste sobre las buenas prácticas de uso, en esta etapa se deben fijar prácticas como gestionar adecuadamente su privacidad e identidad digital, protegerse ante virus y fraudes, y la seguridad de los dispositivos.
  • Reforzar el mensaje de ser respetuoso con los demás. Cuidar la imagen digital de terceros igual que deben cuidar la suya propia.
  • Supervisa su actividad y consensúa las normas, flexibilizando los límites según avance su madurez.

 Más de 14 años:

Esta época de adolescencia, convulsa para padres e hijos, resulta la más complicada a la hora de educar digitalmente, ya que los menores reafirman su personalidad y quieren tener autonomía.
Los padres debemos confiar en las pautas y guías previas que les hemos venido  proporcionando, siempre sin dejar de supervisar la actividad para saber que se mantienen a salvo.
Debemos empezar a fijar nuestra atención en nuevos aspectos:
  • Sensibilizarlos ante los contenidos inapropiados para que sepan identificarlos y discernir  los más positivos; las bases que hemos venido construyendo con anterioridad saldrán ahora a la luz.
  • Uso de redes sociales: hay que aceptar que su universo, a día de hoy, es diferente al que nosotros conocimos cuando teníamos su edad, así que debemos aceptar las RRSS como parte más de su mundo. Por tanto, debemos continuar recordándole las destrezas que ha adquirido para ponerlas en práctica, incluso, en los momentos en los que parece que no hay límites o filtros. 
  • Responsabilízale de sus comportamientos: los/as menores deben conocer que sus actos tienen consecuencias para  sí mismos. A veces, es conveniente  mostrarles casos reales para que entiendan la gravedad de algunas acciones y las consecuencias legales y para la vida social, que éstas pueden tener.

Información aportada por:

Delegación de Participación Ciudadana
Cuerpo Nacional de Policía
Comisaría de Dénia
Email: denia.participacion@policia.es

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