Mitos amorosos (4) - Mito del amor que todo lo puede

Carmen Sánchez Ruano, sexóloga del Área de la Marina, nos va desgranando algunos de los mitos amorosos más relevantes. Hoy toca:

Mito del amor que todo lo puede

Es un mito de riesgo porque a veces nos hace aguantar situaciones inaguantables. “Yo con mi amor lo voy a transformar” o “Voy a conseguir este objetivo porque le quiero tanto que un día se va a dar
cuenta, va a abrir los ojos y me va a pedir perdón”. Cuidado con esa expectativa del perdón por los daños recibidos. Con esta expectativa de: “como lo amo tanto voy a conseguir que cambie”.
A nivel estadístico, este mito afecta mucho más a las mujeres y puede ser foco de maltrato. “Si aguanto y de esta forma tengo esa expectativa de que va a cambiar. Aguanto. Aguanto. Aguanto” con lo cual va creciendo el clima de tensión dentro de una pareja debido a las actitudes diferenciadas de violencia por una parte y sumisión por la parte contraria.

¿Por qué la mujer siempre quiere cambiar al otro? ¿No se acepta?

En parte puede ser explicado por la educación porque las mujeres son las que canalizan el afecto. Se ha enseñado que a través de la entrega, de la bondad, de la sumisión, la mujer es capaz de crear una pareja y luego una familia. Una educación orientada a los cuidados en general. Esa capacidad de las mujeres de supervisar todo lo que tienen a su alrededor, tenerlo todo controlado y de supervisión global. En esta entrega y las expectativas, se cae en la trampa del mito de que el amor todo lo puede. Ya no se sabe reconocer un desprecio. Incluso hasta se llega a justificar. Y cuando una se da cuenta desgraciadamente ya está tan metida que es muy difícil salir de ahí.

¿Cómo educar a las chicas para que escojan lo que tienen como es y lo acepten?

En la medida de que cada uno asuma las responsabilidades de sus vidas. “Yo no estoy aquí para cubrir tus necesidades. Tú no estás aquí para cubrir las mías. Si nos encontramos bien y si no nos encontramos pues bien también”.

¿Y qué se hace con las emociones?

No es tan simple. Pero tenemos que tener la capacidad de supervisión de uno mismo. Desarrollar la capacidad de despegarse del cuerpo y mirarse cómo se si estuviese mirando una película de nuestra propia vida. Lograr tomar distancia y ser autocritico.
A los adolescentes les digo, “respirar hondo. Las relaciones de pareja son difíciles y es un aprendizaje personal donde se trabaja con el ensayo-error. Donde se va tomando determinadas posturas y se ve si funcionan”.
En global, el amor es un aprendizaje que debe de ser positivo para la vida de cada uno. Y un punto fundamental y evidente, es que una relación no tiene que dañar. El amor no duele y tiene que aportar en positivo.
Por lo tanto hay que ACEPTARSE A UNO MISMO Y ACEPTAR AL OTRO COMO ES.
Y si no es el caso, hay que plantearse dejar la pareja. 

Requisitos imprescindibles

Ante todo, hay que analizar cuáles son los requisitos imprescindibles, a los cuales no se puede renunciar.  Como unos puntos fundamentales que si no se tienen no se está a gusto en una relación y son irrenunciables. Y sobre todo, si estoy con una persona y no cumple estos mínimos, no se puede estar en la relación.Ejemplo de requisitos fundamentales, el respeto, el cariño, la complicidad.
Con esos mínimos cubiertos, el resto se puede trabajar. Por ejemplo a lo mejor no son imprescindibles: que comparta conmigo todas mis aficiones.
Además, hay que hacer ver a nuestros adolescentes que tienen mucho tiempo por delante. Es importante no tener prisa para nada. Para considerar una relación, uno no tiene que dudar nunca. Que prueben antes. Que prueben la vida. Prueban las relaciones pero con los compromisos a los que quieran llegar. No más allá. Y en la medida que sepan qué necesidades tienen, pueden decir: "No, esto no es lo que necesito". Es fundamental conocer tus necesidades. Si no es el caso, cómo pueden plantear, cuestionar lo que pasa. Lo primero es conocerse a uno mismo. 

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