¿Qué hago cuando... los jóvenes se la juegan?
Actualmente vivimos en la era llamada DIGITAL o de la INFORMACIÓN
en dónde los más jóvenes son considerados unos Nativos Digitales (han nacido
rodeados ya de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TICs) y los
adultos somos Inmigrantes Digitales (nos hemos sumado al uso de la TICs siendo
adultos).
Que los más jóvenes sean nativos digitales no significa que
sean expertos y que hagan un uso responsable de ellas. Para eso estamos los
adultos, para ayudar a las nuevas generaciones a hacer un uso moderado y
responsable de las TICs. Acompañarlos en su proceso de maduración para que en
un futuro no se compliquen la vida, tanto en este campo como en muchos otros.
Debemos tener clara una cosa, es imposible prohibir las
nuevas tecnologías ya que su acceso está tan extendido que no podemos poner
barreras a un campo tan amplio. Lo que si podemos y debemos hacer es saber
poner normas y límites a su uso que permitan un manejo responsable y moderado.
Una incursión que los más jóvenes están haciendo gracias a
las nuevas tecnologías es el acceso a contenidos no aptos para su edad como por
ejemplo los juegos de azar y apuestas, y a videojuegos de naturaleza violenta.
Desde las entidades y organizaciones que trabajan las
adicciones, y más concretamente desde la UPCCA y UCA de Dénia venimos
constatando hace ya 2 años que el juego de azar y los videojuegos son una
actividad frecuente entre los más jóvenes.
Por lo que respecta a los juegos de azar y apuestas se ha
visto un uso habitual entre adolescentes de 14 a 17 años, a pesar de que la
legislación española vigente prohíbe que los menores de edad puedan hacerlo.
El acceso a Internet les deja vía libre para poder acceder a
las casas de juego y apuestas online. El perfil del jugador tradicional se ha
venido transformando como consecuencia de la modalidad online y la
accesibilidad de las nuevas tecnología. Cabe destacar, que no solamente los
jóvenes juegan online, también el juego presencial entre menores se ha visto
incrementado accediendo a salas de juego en dónde está prohibida la entrada a
menores de 18 años.
Otra de las causas que propician a los más jóvenes a jugar
son las campañas publicitarias que bombardean constantemente a los usuarios a
través de diferentes vías: TV, redes sociales, eventos deportivos, … Las
apuestas deportivas, los juegos de casino online o el póquer son lo que más
practican los jóvenes que acceden a este mundo del juego a través de la
publicidad.
Respecto a los videojuegos, fenómenos como el que se está
viviendo actualmente con el Fortnite nos dan una señal de cómo los jóvenes
entienden la relación con los demás y con el mundo.
Juegos que permiten estar en contacto via chat o audio con
otros jugadores y partidas rápidas con exigencias de mínimos que hacen del
mundo virtual su hábitat para relacionarse. Incluso sustituyendo las relaciones
cara a cara por las online.
Debemos tener en cuenta como ha cambiado la percepción de su
futuro en los más jóvenes. Las profesiones deseadas por ellos/ellas son entre
otras: influencer, youtuber o gamer. Con datos, se puede afirmar que en el
mundo hay alrededor de 2.600 millones de gamers.
Y claro, si se hace un uso indebido, desproporcionado y sin
control de las TICs para abusar de los juegos de azar y de los videojuegos,
¿hasta dónde pueden llevarlos?
En ambos casos encontramos unas características comunes
englobadas dentro del juego patológico y de la adicción a los videojuegos, como
es “un patrón de comportamiento que se caracteriza por tener un control
deficiente sobre los juegos, en los que se da prioridad creciente a jugar sobre
otras actividades, y su continuidad a pesar de la ocurrencia de consecuencias
negativas”.
¿Qué podemos hacer los adultos para enseñarles a hacer un uso adecuado y responsable?
1.- Controlar el tiempo de utilización
- Adaptar el tiempo de uso según su edad
- Evitar la utilización nocturna para no desarrollar el llamado “Insomnio tecnológico”.
- Plantear el aumento del tiempo de uso dependiendo del cumplimiento de ciertas responsabilidades.
2.- Supervisar la forma de utilización
- Servir de ejemplo y hacer nosotros también un uso adecuado.
- Hacerles entender la importancia de no hacer nada online que no harían delante de ti.
- Que se hagan responsables del mal uso que hagan.
3.- Espacios
- Que se haga un uso en zonas comunes.
- Y así evitar que se generen habitaciones “bunker”.
4.- Contenidos
- Filtrar con herramientas de control parental.
- Utilizar el código PEGI presente en todos los videojuegos.
- Evitar contenidos de terror, CreepyPasta o dinámicas tipo “ballena azul” o “momo”.
NEGOCIANDO y CUMPLIENDO UNAS NORMAS CLARAS Y COHERENTES seremos
capaces de favorecer que se hagan responsables de la utilización de las Nuevas
Tecnologías y evitaremos problemas mayores.
Artículo realizado por:
Encarna Cáceres, Juanjo Sala e Inma Camacho
Equipo UPCCA Dénia y Psicóloga UCA Dénia
(Unidad de Prevención Comunitaria en Conductas Adictivas)
Servicios Sociales (Pl. Archiduque Carlos nº3)
96 646 70 27 - 628 076 449
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