Propuesta de una mamá: FP aquí sí hay empleo de la Vanguardia
A continuación se publica el artículo completo del periódico de La
Vanguardia del pasado 17 de enero donde trata de FPs y Oportunidades laborales, clic. Se centra en Cataluña pero es un excelente elemento de reflexión para los padres y madres.
LAS OPORTUNIDADES LABORALES. Aquí sí hay empleo
Por CARINA FARRERAS, BARCELONA
¿Cómo puede ser que con un paro juvenil del 28,8%
haya empresarios desesperados por contratar a jóvenes? ¿Cómo explicarse
que escuelas que imparten módulos con trabajo garantizado al obtener
la titulación no llenen las aulas? ¿Cómo justificar que jóvenes
quieran apuntarse a profesiones demandadas y no haya oferta de plazas? Y a la
inversa. ¿Por qué se abren nuevas aulas en profesiones hiperrepresentadas?
La respuesta no es simple. Los docentes apuntan como motivos
la falta de sintonía entre las escuelas y las empresas, la falta de agilidad de
la administración para detectar y crear nuevos perfiles profesionales o la
minusvaloración social sobre los estudios de ciclos frente a las carreras
universitarias.
El hecho es que faltan relojeros, técnicos de óptica,
informáticos especializados en el manejo de grandes datos de biología,
mecánicos y carroceros, operarios que puedan reparar un aparato de precisión
cuando el cirujano está operando, electricistas, especialistas en transporte y
logística capaces de agilizar y ahorrar en la gestión del comercio electrónico,
técnicos en impresoras 3D para dar servicio en hospitales...
El desconocimiento de las familias sobre la existencia de
estos ciclos de altísima inserción laboral y sueldos dignos
es una de las razones por las que las empresas acaban contratando fuera. “Cada
vez es mayor la necesidad de hospitales y centros de investigación en conseguir
informáticos con conocimientos de biología”, indica Ana Ripoll, presidenta de
Bioinformatics Barcelona (BIB). Los ciclos en bioinformáticas son adaptaciones
a titulaciones ya existentes y se imparten sólo en dos institutos (EU
Gimbernat, de San Cugat del Vallès, y en el IES Provençana de l’Hospitalet de
Llobregat). La primera promoción se ha integrado por completo en el mercado
laboral con sueldos de entre 22.000 y 24.000 euros brutos. No obstante sólo
finalizó los estudios el 50% de los 60 estudiantes que iniciaron la
especialidad debido a la exigencia en la formación.
El Institut Bonanova, referente nacional en ciclos de la
familia de salud, está valorando la posibilidad de abrir formaciones en esta
línea. “Vemos que hay mucho campo en la informática, en la electromedicina”,
explica Monste Blanes, directora del mencionado instituto público. Sostiene que
en ocasiones la demanda de las instituciones no es explícita pero existe. La
impresoras 3D instaladas en los departamentos de oncología de los hospitales
son visitadas por médicos de otras especialidades que ya ven cómo pueden sacar
partido a esta tecnología.
“La FP no puede trabajar al margen del mundo
laboral”, cree Blanes, “estamos viendo en las FP de tipo dual, que ofrecen
formación en el centro y en la empresa, cuán interesante es compartir currículums,
ver las necesidades y pactar”.
Existe una batalla que deben librar los padres que piensan
que la opción de FP se elige desde el fracaso, creen que sus hijos se verán
trabajando de operarios en industrias sucias y con ruido y que su sueldo y su
posición en la vida será inferior a la que obtendría con un grado. Pero la
industria 4.0 es limpia, silenciosa, robotizada. Los sueldos oscilan entre
1.800 y 2.000 euros mensuales con la posibilidad de viajar y obtener pluses,
manifiesta Vicenç Guerrero, del Institut Palau Ausit. “La demanda de personal
cualificado en mantenimiento y electromecánica triplica la oferta”, continúa,
“pero ser electricista no es tan mediático como ser entrenador personal o
cocinero. Y el tema de las chicas es un drama en estos grados tecnológicos:
tenemos una alumna cada cuatro años”.
“Muchos estudiantes se ven abocados a continuar unos
estudios de tipo académico en la universidad por presión de los padres a pesar
de que ellos preferirían ya formarse en un trabajo concreto”, considera Pilar
Godinez, del Institut Joan Brossa, que ofrece ciclos muy demandados de
transporte y logística. “En mi opinión, debería abrirse un bachillerato híbrido
que permitiera a los alumnos probar experiencias de formación profesional para
que pueda planteárselo como una opción real y que no les cierra las puertas a
la universidad”. Así, en algunos ciclos como los de óptica del IES Joan Brossa
el 50% de alumnos se matricula en la UPC. “Estos alumnos entran con materias
convalidadas y cobrando un sueldo porque las ópticas les dan trabajo”, apunta
Godinez que indica que los estudiantes también hacen un camino a la inversa y
hay licenciados superiores que optan por estudiar una FP.
Lourdes González, directora del IES Mercé, pone sobre la
mesa la contradicción de que algunos ciclos tengan pocos alumnos pese a la
demanda laboral –es el caso del grado medio en carrocería, que no se apuntan, o
el de relojería, con escasas plazas– frente a otros con mucha demanda y menos
salida –la familia de imagen y sonido en el que el centro, referente nacional,
dispone de 50 plazas para 200 solicitudes.
No obstante, en algunos ciclos, especialmente de grado
medio, los alumnos llegan “con competencias básicas muy bajas, aprobadas in
extremis, y eso hace pensar que hay que replantearse no solo el bachillerato
sino también la ESO”, sugiere Blanes.
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