La casa nuestra 3era piel 2 - Salud y ambiente interior

Estas malas condiciones de los edificios e interiores de las viviendas provocan daños en la salud y en la economía de un país. Se acepta que el ciudadano que habita en un entorno urbano pasa más del 90 % en ambientes interiores.
Y es la mala calidad del aire tanto interior como exterior, asociado a la sobrealimentación y el sedentarismo lo que ha cambiado el mapa de la salud en el mundo occidental. Actualmente podemos decir que el aire interior de las viviendas está del orden de 2 a 5 veces más contaminado que el ambiente exterior (materiales, actividades, productos de limpieza e higiene personal, comida…). Según la Agencia Norteamericana del medioambiente EPA (Environmental Protection agency) llegamos a absorber un 72 % del total de contaminantes que circulan por nuestra sangre, en nuestro hogar.

Hay enfermedades que se están incrementando a un ritmo imparable, debidas en buena parte a factores ambientales (la contaminación del ambiente interior):
  • Cáncer, incremento del mismo en un 70 % en los próximos 20 años. Según Christopher P.Wild, responsable de la OMS, un 90 % de los casos de cáncer son debidos a factores ambientales. Cada vez más, los diversos cánceres llevan asociados un código postal, fruto de la contaminación ambiental normalmente asociada a las actividades económicas, el transporte en grandes ciudades, el efecto isla de calor en grandes ciudades…
  • Aumento imparable de enfermedades neurodegenerativas, especialmente a partir de los 65 años (Parkinson, Alzheimer y ELA), con una posible relación entre la permeabilidad de las barrera hematoencefálica y la pérdida de mielina en las conexiones de las neuronas asociados a muchos químicos liposolubles presentes en los ambientes interiores junto con la acción conjunta de campos electromagnéticos. De acuerdo con la OMS, el número de personas con demencias se duplicará en los próximos 20 años.
  • Enfermedades autoinmunes y respiratorias (directamente asociadas a la alimentación y al ambiente que respiramos). De acuerdo con la Agencia Europea de Medioambiente, un total del 4,6 % de las muertes en Europa son debidas a la contaminación interior, además de disminuir la esperanza y la calidad de vida en un 3.1 %
  • Problemas reproductivos, Asociados a la aparición de disruptores Endocrinos (relacionados con pesticidas, productos de la limpieza, plásticos de la alimentación, cosméticos…) y su posible relación con las ondas electromagnéticas.
  • Desarrollo cognitivo infantil. La contaminación asociada a metales pesados, presentes en pinturas, el agua potable, en muchos alimentos (pescados) perjudica el desarrollo cognitivo de los niños.
  • Sensibilidad química múltiple (SQM), es un síndrome crónico asociado a gran variedad de síntomas recurrentes relacionados con la exposición a diversos tóxicos químicos ambientales o alimentos en muy bajas dosis (a concentraciones menores de las que se consideran capaces de causar efectos adversos en la población general). El enfermo puede mejorar cuando deja de estar expuesto a los contaminantes que desencadenan las crisis. Afecta principalmente a mujeres y puede ser debido a una exposición prolongada a bajas dosis o a una exposición única a altas dosis. Se asocia normalmente con síndrome de fatiga crónica y fibromialgia. Esta reconocida por el gobierno español como enfermedad desde 2014. A pesar de existir en EUA el centro de referencia mundial de curación de estas enfermedades ni la OMS ni la EPA han reconocido esta enfermedad.
  • Síndrome de Electro hipersensibilidad (EHS), forma parte de estas nuevas enfermedades propias de las sociedades desarrolladas, en las que cada vez más hay nuevas fuentes de contaminación electromagnética. El cuerpo, ante la exposición a campos electromagnéticos, reacciona con un conjunto de síntomas como dolor de cabeza, cansancio crónico, dificultad para dormir o concentrarse… Al igual que el SQM, los síntomas disminuyen o desaparecen lentamente al remitir la exposición. En países como Suecia o Gran Bretaña, está reconocida como discapacidad, lo cual quiere decir que es el medio el que debe adaptarse a las personas con este problema, no las personas las que deben adaptarse a un medio contaminado.

Información aportada por:

Luis Hernández Gómez, 
Arquitecto, Máster en Bioconstrucción. 

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