La casa nuestra 3era piel 1- Bioconstrucción

Reciben el nombre de bioconstrucción, los sistemas de edificación y las construcciones realizadas con materiales de bajo impacto ambiental o ecológico, reciclados, poco procesados, reciclables o extraíbles mediante procesos sencillos y de bajo costo como, por ejemplo, la piedra, la tierra, la madera y la cal, que no suponen toxicidad alguna para las personas y el medio ambiente.
El acto de construir y de edificar genera un gran impacto en el medio que nos rodea. La bioconstrucción persigue minimizarlo en la medida de lo posible ayudando a crear un desarrollo que no agote al planeta sino que sea generador y regulador de los recursos empleados en conseguir un hábitat saludable y en armonía con el resto. La vivienda debe procurarnos cobijo, abrigo, salud. La bioconstrucción debe entenderse como la forma de construir respetuosa con todos los seres vivos. Es decir, la forma de construir que favorece los procesos evolutivos de todo ser vivo, así como la biodiversidad, garantizando el equilibrio y la sustentabilidad de las generaciones futuras (Wikipedia).

La vivienda debe adaptarse a nosotros como una tercera piel: al igual que nos importa cuidar nuestra primera piel, nuestra piel física, evitando aplicar sobre ella productos que sabemos dañinos para su salud; o en cuanto a nuestra “segunda piel”, nuestra ropa ,  evitamos vestirnos con tejidos o materiales no transpirables,  nuestra “tercera piel”, constituida por la envolvente de nuestra casa: muros, cubierta y suelo,  debe estar construida con materiales y sistemas que garanticen un ambiente interior saludable.
Proyectar y construir bajo criterios bioconstructivos tiene como resultado edificios sostenibles que producen una escasa huella ecológica y que se caracterizan por su sostenibilidad ambiental, económica y social en todas sus fases: construcción, vida útil y derribo.
Los criterios que presiden los proyectos en bioconstrucción a la hora de diseñar y construir un edificio, tienen como objetivo:
  • consumir la mínima cantidad de energía y agua a lo largo de la vida útil del inmueble, mediante diseños bioclimáticos en volúmenes y formas que incorporan estrategias activas y pasivas adecuadas al clima del lugar (en función de sus temperaturas, orientación, vientos dominantes, pluviometría, humedad…) y a su topografía.
  • hacer un uso eficiente de las materias primas (materiales que no perjudican el medio ambiente, materiales renovables y caracterizados por su desmontabilidad)
  • generar las mínimas cantidades de residuos y contaminación posibles a lo largo de la vida útil del inmueble (durabilidad y reciclabilidad).
  • integrarse correctamente en el ambiente, ya sea éste rural (ocupando un mínimo de terreno) o urbano (respetando la arquitectura vernácula preexistente si se trata de un casco histórico)
  • adaptarse a las necesidades actuales y futuras de sus usuarios desde la versatilidad de sus espacios:
    • que permitan trabajar desde el hogar
    • Posibilitar redistribuciones del espacio según varíe la composición familiar a lo largo del tiempo
    • accesibilidad a personas de movilidad reducida
  • crear un ambiente saludable, sin contaminantes de origen físico, químico y biológico, evitando o minimizando el uso de sustancias tóxicas y/o materiales insalubres (Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) y Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), PVC…), favoreciendo la ventilación natural y cruzada (orientada a las brisas favorables), con instalaciones eléctricas y aparatos electrónicos biocompatibles: que minimizan la creación de campos electromagnéticos sin la correspondiente protección.
  • Confort higrotérmico, instalaciones de calefacción radiante y tratamientos superficiales higroscópicos, que eviten los ambientes húmedos y los gradientes de temperaturas extremos o inversos.
  • Confort acústico y lumínico, minimizando las fuentes interiores y exteriores de ruidos y vibraciones, favoreciendo la iluminación natural frente a la artificial y evitando los deslumbramientos.
  • Empleo de las nuevas técnicas constructivas fundiéndolas con la tradición vernácula (arquitectura popular).

Información aportada por:


Luis Hernández Gómez, 
Arquitecto, Máster en Bioconstrucción. 

Enlaces relacionados:

Comentaris

+ Populares