Almuerzos saludables para nuestros hijos…y el planeta - Cambio de hábitos1

Vivimos a un ritmo rápido que muchas veces nos hace echar mano de cosas fáciles, y sin darnos cuenta adquirimos hábitos perjudiciales tanto para la salud de nuestras familias como para el mundo que habitamos. Por eso, desde EcoAMPA vamos a lanzar una serie de artículos con el propósito de ayudar a nuestros lectores a conocer mejores alternativas.

Hoy vamos a abordar el tema de los almuerzos que nuestros hijos llevan al colegio o instituto, proponiendo una serie de ideas que, sin costarnos mucho esfuerzo, pueden contribuir a cuidar su salud y la de nuestro planeta.

En primer lugar, vamos a ver lo que deberíamos evitar a toda costa, y que es común en todos los patios: los alimentos altamente procesados. La bollería industrial y las bolsas de snacks como papas, ganchitos, etc. no sólo producen un residuo plástico considerable, sino que además proporcionan a nuestros hijos 'calorías vacías', sin apenas o ningún valor nutritivo, por no mencionar los aditivos químicos presentes en la mayoría. Si no se puede prescindir de ellos totalmente, deberíamos intentar limitarlos a no más de una de vez a la semana.

Los almuerzos tradicionales, como un bocadillo o una pieza de fruta, por ejemplo, suponen una alternativa más saludable a lo anterior y, si nos organizamos correctamente, no suponen más de 5 minutos por las mañanas:
  • Bocadillos: Compra el pan por adelantado, córtalo en bocadillos y mételo en el congelador. Por las mañanas, se sacan los trozos que se necesitan y se prepara el bocadillo sobre el pan congelado: si hay que untar algo (paté, queso, sobrasada, crema vegetal…) se hará con más facilidad y a la hora de comerlo el pan ya estará descongelado y fresco como acabado de comprar. Eso sí, ¡ojo al echar aceite, pues resbala! Intenta no abusar demasiado de los fiambres, y complementa su valor con algún vegetal, que puedes cortar la noche anterior y guardar en un tarro de cristal en la nevera para que se mantenga fresco: tomate, lechuga, aguacate (puedes untarlo en vez de mantequilla o aceite)... añadirán nutrientes y salud al bocadillo.
  • Las tortillas ‘wrap’ que se ven hoy en todos los supermercados son también una buena alternativa y, por su formato, los chavales están más dispuestos a aceptar vegetales dentro.
  • La fruta es siempre una de las opciones más sanas, tanto mejor si es ecológica y no contiene pesticidas. Una naranja, dos o tres mandarinas, un plátano, una manzana, una rodaja de sandía o melón… aportarán energía y vitaminas para completar la mañana.
  • Unas verduras crudas troceadas (apio, zanahoria, pepino, pimiento…) o incluso unas habas de edamame cocidas, un par de galletas saladas y unos trozos de queso o un huevo duro representan también una opción equilibrada.
  • Un puñado de frutos secos, semillas y frutas deshidratadas una dos veces a la semana complementarán la dieta de forma ideal: almendras, nueces, anacardos, pipas de calabaza, piñones, pasas, ciruelas, orejones, coco deshidratado… supondrán un incremento de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales en la dieta.
Para que también sea sano para el planeta, utiliza un envase ecológico para su transporte. Evita el film plástico, las bolsas de plástico y el papel de aluminio, pues producen mucha contaminación al tener que renovarse cada día y no ser biodegradables. Ten en cuenta también que, por seguridad, no se debe llevar cristal o cerámica al centro de estudios. En su lugar,
  • Envuelve el bocadillo en papel de cocina o de periódico, reutiliza las bolsas de pan, etc
  • Usa una fiambrera para guardarlo. La fruta cortada y las verduras también se pueden transportar aquí cómodamente. Eso sí: te recomendamos marcarla con rotulador permanente para facilitar que vuelva a casa.
  • El envoltorio de abejas es una tela de algodón empapada de cera de abejas, resinas y aceite de jojoba o almendras con propiedades bacteriológicas, que se sella con el calor de las manos. Puedes lavarlos con agua fría y reutilizarlos entre seis meses y un año, según el uso y cuidado que les des, y son biodegradables al 100%. Puedes comprarlos online (el más económico suele venir en rollo) o fabricarlos en casa siguiendo estas instrucciones:

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